Biodegradables: A diferencia de las bolsas de plástico, las bolsas de papel son completamente biodegradables. Esto significa que se descomponen más rápido y no contribuyen a la contaminación de los océanos y vertederos.

Menos Contaminación: Las bolsas de plástico tardan cientos de años en descomponerse y, en el proceso, liberan microplásticos dañinos para los ecosistemas. Las bolsas de papel, en cambio, no solo se descomponen rápidamente, sino que también tienen un impacto mucho menor en la fauna y flora.

Reciclables: Las bolsas de papel pueden reciclarse, lo que contribuye a la economía circular y ayuda a reducir el consumo de recursos naturales. Además, la fabricación de papel reciclado consume menos energía y agua que la fabricación de papel nuevo.

Sostenibilidad en el Proceso de Producción: Muchas bolsas de papel son fabricadas con materiales reciclados y a través de procesos más sostenibles que las de plástico, lo que reduce la huella de carbono.

Conclusión

Las bolsas de papel son una excelente opción para la hostelería y para el sector hotelero. Ofrecen una imagen más ecológica, son útiles para el transporte de alimentos, y, al ser biodegradables y reciclables, contribuyen significativamente a la reducción de residuos y contaminación. Adoptar esta alternativa es un paso positivo hacia la sostenibilidad y una forma eficaz de atraer a los clientes que valoran la responsabilidad ambiental.